Nadaísmo – Conceptualista

El Nadaísmo es un movimiento poético de vanguardia que surgió en Colombia a fines de la década de 1950 y se desarrolló durante los años 60. Fue impulsado principalmente por Gonzalo Arango y contó con la participación de poetas como Jotamario Arbeláez, Jaime Jaramillo Escobar, Humberto Navarro, Jaime Espinel, Amílcar Osorio y Diego León Giraldo, entre otros.

El Nadaísmo se inspiró en el surrealismo y el dadaísmo, y se opuso al academicismo. Fue un movimiento nihilista que se caracterizó por su rechazo al idealismo y a la razón, y por su defensa de la libertad sexual y el uso de drogas. Su filosofía buscaba liberar al hombre de las restricciones impuestas por la sociedad y entregarse a los instintos y al placer.

Origen e Influencias

El Nadaísmo tuvo sus raíces en el contexto social y cultural de Colombia en la década de 1950. En ese momento, el país estaba experimentando una serie de cambios políticos y sociales, y había un creciente descontento con las normas y valores establecidos. Los jóvenes artistas y escritores buscaban nuevas formas de expresión que desafiaran las convenciones y cuestionaran el orden establecido.

El Nadaísmo se inspiró en movimientos artísticos europeos como el surrealismo y el dadaísmo. Estos movimientos también se caracterizaban por su rechazo a las normas y convenciones establecidas, y por su búsqueda de la libertad y la expresión individual. Los nadaístas adoptaron estas ideas y las adaptaron a su contexto colombiano, creando un movimiento único y distintivo.

Primer Manifiesto Nadaísta

En el Primer Manifiesto Nadaísta, dado a conocer en 1958, Gonzalo Arango definió el Nadaísmo como un «estado del espíritu revolucionario» y al artista como un «ser privilegiado» con dotes excepcionales y misteriosas. Según el Nadaísmo, la poesía es un acto que se agota en sí mismo y no tiene un fin moralizador o social.

Características del Nadaísmo

El Nadaísmo se caracteriza por una serie de rasgos distintivos que lo diferencian de otros movimientos poéticos y artísticos. Algunas de las características más destacadas del Nadaísmo son:

Rechazo al esteticismo y al academicismo: Los nadaístas se oponían a la idea de que el arte debía ser bello y agradable. En cambio, buscaban romper con las convenciones establecidas y desafiar las normas estéticas y académicas.
Defensa de la libertad sexual y el uso de drogas: El Nadaísmo abogaba por la liberación sexual y el uso de drogas como formas de escape de las restricciones impuestas por la sociedad. Consideraban que estas experiencias eran fundamentales para la liberación del individuo.
Filosofía nihilista: El Nadaísmo se basa en una filosofía nihilista que rechaza el idealismo y la razón. Los nadaístas creían que la vida carece de sentido y que no hay verdades absolutas. Buscaban vivir en el presente y entregarse a los instintos y al placer.
Irreverencia y destrucción de los cánones establecidos: Los nadaístas utilizaban la irreverencia y la destrucción de los cánones establecidos en su creación poética. Buscaban romper con las normas y convenciones literarias y desafiar las expectativas del público.
Acción de cambio en sí misma: El objetivo del Nadaísmo no era lograr un cambio en la sociedad, ya que consideraban que eso era imposible. En cambio, buscaban la acción de cambio en sí misma, cuestionando y atacando las creencias y las instituciones predominantes.
Protesta social como elemento fundamental: La protesta social fue uno de los elementos fundamentales del Nadaísmo. Los nadaístas utilizaban su arte y su poesía como formas de expresar su descontento con la sociedad y de cuestionar las injusticias y desigualdades existentes.

Objetivos del Nadaísmo

El objetivo del Nadaísmo no era lograr un cambio en la sociedad, ya que consideraban que eso era imposible. En cambio, buscaban la acción de cambio en sí misma, cuestionando y atacando las creencias y las instituciones predominantes. La protesta social fue uno de los elementos fundamentales del Nadaísmo.

Los nadaístas creían en la importancia de la libertad individual y en la necesidad de vivir en el presente. Buscaban liberarse de las restricciones impuestas por la sociedad y entregarse a los instintos y al placer. A través de su arte y su poesía, buscaban expresar su descontento con la sociedad y cuestionar las injusticias y desigualdades existentes.

El Nombre del Movimiento

El nombre del movimiento hace referencia a la nada, simbolizando el rechazo y la miseria a los que se vio sometida la generación del Nadaísmo, así como la coexistencia de las fuerzas opuestas de creación y destrucción que intentaron plasmar en sus obras. Aunque consideraban impracticable la destrucción del orden establecido, utilizaban tácticas de provocación dirigidas a la burguesía, cuestionando las convenciones y los pilares de la cultura y la religión.

Gonzalo Arango

Gonzalo Arango, fundador del Nadaísmo, nació en 1931 en Colombia y se dedicó a la poesía, el periodismo, la narrativa y el teatro. Además de inspirarse en el existencialismo francés, el dadaísmo y el surrealismo, Arango y sus seguidores también fueron influenciados por Fernando González Ochoa, otro importante escritor colombiano. Arango fue conocido por su ateísmo y su relación con la espiritualidad, y falleció en un accidente de tráfico a los 45 años.

Gonzalo Arango fue una figura central en el movimiento del Nadaísmo. Fue el principal impulsor del movimiento y su voz más destacada. A través de su poesía y sus escritos, Arango buscaba expresar su descontento con la sociedad y cuestionar las injusticias y desigualdades existentes. Su muerte prematura dejó a sus seguidores a cargo de continuar su legado y mantener vivo el espíritu del Nadaísmo.

Conclusión

El Nadaísmo es un movimiento poético de vanguardia surgido en Colombia en la década de 1950. Se inspiró en el surrealismo y el dadaísmo, y se caracterizó por su rechazo al academicismo, su defensa de la libertad sexual y el uso de drogas, y su filosofía nihilista que buscaba liberar al hombre de las restricciones impuestas por la sociedad. El Nadaísmo se oponía al esteticismo y al costumbrismo, y utilizaba la irreverencia y la destrucción de los cánones establecidos en su creación poética. Su objetivo era la acción de cambio en sí misma, cuestionando y atacando las creencias y las instituciones predominantes. Gonzalo Arango fue el principal impulsor del movimiento y su figura central, y su muerte prematura dejó a sus seguidores a cargo de continuar su legado.