Mutismo

El mutismo selectivo es un trastorno de ansiedad en el que una persona elige no hablar en ciertas situaciones o con ciertas personas. Exploraremos las causas del mutismo selectivo, tanto físicas como psicológicas, y cómo se puede tratar este trastorno.

Causas físicas del mutismo selectivo

El mutismo selectivo puede estar relacionado con problemas físicos que afectan el habla de una persona. Estas causas pueden incluir:

• Problemas en las cuerdas vocales, la lengua, la boca, la garganta o los pulmones.
• Sordera, ya que las personas que nacen sordas no aprenden a desarrollar la capacidad del habla.
• Lesiones o enfermedades que afectan el sistema nervioso, como daños en el nervio laríngeo recurrente.

Estas condiciones físicas pueden dificultar o impedir la producción de sonidos vocales, lo que lleva a la elección de no hablar en ciertas situaciones o con ciertas personas.

Causas psicológicas del mutismo selectivo

En muchos casos, el mutismo selectivo es causado por factores psicológicos. Estas causas pueden incluir:

• Trastornos del lenguaje que dificultan la comunicación verbal.
• Sobreprotección, donde el niño se siente demasiado dependiente de los padres y tiene miedo de hablar en situaciones sociales.
• Retraso mental, que puede afectar el desarrollo del habla y la comunicación.
• Traumas vividos antes de los tres años, que pueden causar ansiedad y dificultades para hablar en ciertas situaciones.
• Emigración, donde el niño puede tener dificultades para adaptarse a un nuevo idioma y cultura.
• Comienzo de la etapa escolar, que puede ser un momento estresante y desencadenar el mutismo selectivo.

Estos factores psicológicos pueden contribuir a la ansiedad y al miedo de hablar en ciertas situaciones, lo que lleva a la elección de no hablar.

Desarrollo y diagnóstico del mutismo selectivo

El mutismo selectivo generalmente se desarrolla antes de los cinco años de edad, pero a menudo no se diagnostica hasta que los niños comienzan la escuela. Puede ser un problema temporal que desaparece por sí solo, o puede persistir durante varios años. Junto con el mutismo selectivo, pueden aparecer otros trastornos del lenguaje, como disglosias, dislalias y rinolalias, así como timidez excesiva, retraimiento, inestabilidad emocional y enuresis.

El diagnóstico del mutismo selectivo se basa en la observación de los síntomas y la exclusión de otras posibles causas físicas o psicológicas. Es importante que los profesionales de la salud realicen una evaluación exhaustiva para determinar las causas subyacentes del trastorno.

Tipos de mutismo selectivo

El mutismo selectivo puede manifestarse de diferentes formas. Algunos de los tipos más comunes incluyen:

• Mutismo total: la persona no habla en ninguna situación ni con ninguna persona.
• Mutismo selectivo idiomático: los niños se niegan a hablar el idioma del país en el que viven, a pesar de comprenderlo.
• Mutismo selectivo de personas: los niños solo hablan con ciertos familiares o amigos.
• Mutismo selectivo de situaciones: los niños solo hablan en casa o en ciertas situaciones.

Estos diferentes tipos de mutismo selectivo pueden variar en su gravedad y en las situaciones en las que la persona elige no hablar.

Tratamiento del mutismo selectivo

El mutismo selectivo puede ser tratado a través de terapia psicológica. La terapia ayuda a identificar y abordar las causas subyacentes del trastorno, y puede incluir técnicas de exposición gradual, terapia cognitivo-conductual y terapia familiar. Es importante que los padres comprendan la situación de su hijo y le brinden un ambiente seguro y acogedor donde no se sienta amenazado. Los niños con mutismo selectivo pueden experimentar altos niveles de sufrimiento y dificultades para adaptarse a nuevos entornos, por lo que el apoyo emocional y la terapia adecuada son fundamentales para superar el trastorno.

Además de la terapia psicológica, puede ser útil trabajar con otros profesionales de la salud, como logopedas, para abordar cualquier problema físico relacionado con el habla.

Conclusión

Las causas del mutismo selectivo pueden ser tanto físicas como psicológicas. Puede estar relacionado con problemas en las cuerdas vocales, la lengua o el sistema nervioso, así como con factores psicológicos como trastornos del lenguaje, traumas o el deseo de evitar situaciones estresantes. El mutismo selectivo puede ser tratado a través de terapia psicológica y el apoyo de los padres y cuidadores. Es importante buscar ayuda profesional para abordar este trastorno y brindar a las personas que lo padecen las herramientas necesarias para superarlo y desarrollar habilidades de comunicación efectivas.