La colusión es una práctica que ha existido en el mundo empresarial desde hace décadas, sin embargo, a pesar de ser una práctica ilegal, sigue siendo un tema de gran relevancia en la actualidad. Pero, ¿qué es realmente la colusión y cómo afecta al mercado y a los consumidores? En este artículo, abordaremos de manera objetiva y neutral la definición, las características y algunos ejemplos de esta práctica ilícita que ha generado polémica en distintas industrias y países alrededor del mundo. ¡Descubre con nosotros cómo funciona y por qué es importante entenderla!
Definición de colusión
La colusión es un acuerdo o práctica concertada entre dos o más competidores con el fin de fijar precios de venta, precios de compra u otras condiciones de comercialización. A través de esta práctica, los agentes pueden acordar reducir la producción, repartirse consumidores o mercados, interferir en el resultado de licitaciones, entre otras posibles acciones que tienen como efecto limitar la competencia y aumentar sus ganancias conjuntas.
Características de la colusión
La colusión presenta varias características que la distinguen de otras prácticas anticompetitivas. Algunas de estas características son:
- Reducción de la competencia: La colusión tiene como objetivo principal limitar la competencia en el mercado, lo que puede llevar a un aumento de los precios y una disminución de la calidad de los productos o servicios ofrecidos.
- Aumento de las ganancias conjuntas: Al fijar precios o condiciones de comercialización de manera conjunta, los competidores coludidos pueden aumentar sus ganancias al evitar la competencia directa entre ellos.
- Acuerdo explícito o tácito: El acuerdo de colusión puede ser explícito, cuando las empresas se comunican entre sí y tienen un acuerdo formal, o tácito, cuando las empresas no se comunican directamente pero actúan de manera coordinada reconociendo su interdependencia estratégica.
- Interferencia en licitaciones: La colusión puede incluir acciones para interferir en el resultado de licitaciones, como acordar no competir entre sí o presentar ofertas falsas para asegurar que una empresa en particular gane el contrato.
- Reparto de consumidores o mercados: En algunos casos de colusión, los competidores pueden acordar repartirse los consumidores o mercados de manera que cada empresa tenga una cuota de mercado garantizada sin competir entre sí.
Reducción de la competencia
La colusión tiene como objetivo principal limitar la competencia en el mercado, lo que puede llevar a un aumento de los precios y una disminución de la calidad de los productos o servicios ofrecidos. Al eliminar la competencia directa, las empresas coludidas pueden establecer precios más altos y reducir la calidad de los productos o servicios, ya que no tienen la presión de competir con otras empresas en términos de precio o calidad.
Esta reducción de la competencia puede ser perjudicial para los consumidores, ya que limita su capacidad de elección y puede resultar en precios más altos y productos de menor calidad. Además, la falta de competencia puede desincentivar la innovación y el desarrollo de nuevos productos o servicios, ya que las empresas coludidas no tienen la necesidad de mejorar o diferenciarse para atraer a los consumidores.
Aumento de las ganancias conjuntas
Al fijar precios o condiciones de comercialización de manera conjunta, los competidores coludidos pueden aumentar sus ganancias al evitar la competencia directa entre ellos. Al establecer precios más altos, las empresas pueden obtener mayores márgenes de beneficio y aumentar sus ganancias.
Además, al limitar la competencia, las empresas coludidas pueden asegurarse una cuota de mercado estable y reducir los riesgos asociados con la competencia. Esto les permite tener un mayor control sobre el mercado y obtener beneficios económicos a largo plazo.
Acuerdo explícito o tácito
El acuerdo de colusión puede ser explícito, cuando las empresas se comunican entre sí y tienen un acuerdo formal, o tácito, cuando las empresas no se comunican directamente pero actúan de manera coordinada reconociendo su interdependencia estratégica.
En el caso de un acuerdo explícito, las empresas pueden tener reuniones o comunicarse de alguna manera para acordar los términos de la colusión, como los precios a fijar o las condiciones de comercialización. Estos acuerdos pueden ser formales o informales, pero suelen ser documentados de alguna manera para evitar posibles disputas o malentendidos en el futuro.
Por otro lado, en el caso de un acuerdo tácito, las empresas no se comunican directamente, pero son conscientes de las acciones de las demás y actúan de manera coordinada. Esto puede ocurrir cuando las empresas tienen una relación estrecha en el mercado y son conscientes de que sus acciones afectan a las demás. Por ejemplo, si una empresa reduce sus precios, las demás empresas pueden seguir su ejemplo para evitar perder cuota de mercado.
Interferencia en licitaciones
La colusión puede incluir acciones para interferir en el resultado de licitaciones, como acordar no competir entre sí o presentar ofertas falsas para asegurar que una empresa en particular gane el contrato.
Estas prácticas anticompetitivas pueden perjudicar a los licitadores legítimos y distorsionar el proceso de licitación, ya que las empresas coludidas pueden asegurarse contratos sin competir de manera justa. Esto puede resultar en precios más altos para los bienes o servicios contratados y limitar la capacidad de otras empresas de participar en el mercado.
Reparto de consumidores o mercados
En algunos casos de colusión, los competidores pueden acordar repartirse los consumidores o mercados de manera que cada empresa tenga una cuota de mercado garantizada sin competir entre sí.
Este reparto de consumidores o mercados puede limitar la capacidad de elección de los consumidores y reducir la competencia en el mercado. Las empresas coludidas pueden acordar no competir entre sí en ciertas áreas geográficas o segmentos de mercado, lo que les permite mantener precios más altos y evitar la competencia directa.
Investigación y sanción de la colusión
La colusión es considerada una de las violaciones más serias de la Ley de Competencia y las autoridades destinan importantes recursos en la investigación y sanción de estas conductas. Sin embargo, no es fácil comprobar la existencia de colusión debido a que las empresas suelen tomar precauciones para esconder cualquier evidencia, como mantener reuniones secretas y destruir pruebas incriminatorias.
Las autoridades de competencia utilizan diferentes métodos para detectar y probar la existencia de colusión, como el análisis de precios, el análisis de comunicaciones entre competidores, el análisis de patrones de comportamiento y el testimonio de testigos o informantes. Estos métodos pueden ser complejos y requieren de una investigación exhaustiva para obtener pruebas sólidas.
Una vez que se ha comprobado la existencia de colusión, las autoridades de competencia pueden imponer sanciones financieras a las empresas y a sus directivos involucrados en la práctica anticompetitiva. Estas sanciones pueden ser significativas y tienen como objetivo desincentivar la colusión y proteger la competencia en el mercado.
Ejemplo de colusión
Un ejemplo de colusión ocurrió en mayo de 2016 en España. La Agencia de Competencia de España dio como comprobada la existencia de acuerdos de fijación de precios y condiciones de distribución y dispensación en el mercado de pañales para adultos. Las empresas fabricantes se comunicaron y fijaron los acuerdos a través de reuniones realizadas bajo el alero de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria.
La Agencia de Competencia impuso sanciones financieras tanto a las empresas como a sus directivos y asociaciones involucradas en el caso. Estas sanciones tenían como objetivo desincentivar la colusión y proteger la competencia en el mercado de pañales para adultos.
Este ejemplo demuestra cómo las empresas pueden utilizar la colusión para limitar la competencia y aumentar sus ganancias conjuntas. Además, destaca la importancia de las autoridades de competencia en la detección y sanción de estas prácticas anticompetitivas.