La artrosis es una condición que afecta a millones de personas en todo el mundo, causando dolor y limitando la movilidad. Conocer los síntomas, tratamientos y medidas preventivas es crucial para aquellos que viven con esta enfermedad o desean evitar su desarrollo. En este artículo, exploraremos en detalle la artrosis, brindando ejemplos claros y definiciones precisas para ayudar a comprender mejor esta afección común.
¿Qué es la artrosis?
La artrosis es una enfermedad reumática que afecta al cartílago articular y puede causar dolor, rigidez e incapacidad funcional. Se localiza principalmente en la columna cervical y lumbar, articulaciones del hombro y dedos de las manos, cadera, rodilla y articulación del dedo gordo del pie. A diferencia de la artritis, la artrosis es causada por el desgaste del cartílago y no por la inflamación.
Factores de riesgo y causas de la artrosis
La artrosis no es hereditaria, pero tiene un componente de riesgo genético y factores como la obesidad, la falta de ejercicio físico y las alteraciones en la postura pueden aumentar las posibilidades de desarrollar la enfermedad. En España, afecta al 10% de la población general y representa una cuarta parte de los pacientes atendidos por reumatólogos.
Diagnóstico de la artrosis
El diagnóstico de la artrosis se realiza a través de los síntomas del paciente, la exploración de las articulaciones por parte del médico y, en algunos casos, pruebas complementarias como radiografías y análisis del líquido articular. No suelen ser necesarias pruebas de imagen más avanzadas, a menos que haya complicaciones asociadas.
Síntomas de la artrosis
Los síntomas de la artrosis pueden variar dependiendo de la articulación afectada, pero los más comunes incluyen:
Apnea- Dolor en la articulación, que empeora con la actividad y mejora con el reposo.
- Rigidez en la articulación, especialmente después de periodos de inactividad.
- Inflamación y sensibilidad en la articulación.
- Pérdida de movilidad y dificultad para realizar actividades diarias.
Tratamiento de la artrosis
No existe una cura para la artrosis, por lo que el objetivo del tratamiento es aliviar el dolor, retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la calidad de vida. Para ello, se pueden utilizar las siguientes medidas:
Medidas físicas
La fisioterapia puede ayudar a fortalecer los músculos alrededor de la articulación afectada y mejorar la movilidad. Además, el ejercicio regular, como caminar o nadar, puede ayudar a mantener la flexibilidad y reducir el dolor. En caso de obesidad, la pérdida de peso puede aliviar la presión sobre las articulaciones.
Medicamentos
Se pueden recetar medicamentos para el dolor y la inflamación, como analgésicos y antiinflamatorios no esteroideos. Estos medicamentos pueden aliviar los síntomas, pero no detienen la progresión de la enfermedad.
Cirugía
En casos más graves, cuando el dolor y la discapacidad son significativos, se puede considerar la cirugía. Las opciones quirúrgicas incluyen la artroscopia, la osteotomía (reajuste del hueso) y la artroplastia (reemplazo de la articulación). La elección de la cirugía dependerá de la articulación afectada y la gravedad de la enfermedad.
Prevención de la artrosis
Si bien no se puede prevenir completamente la artrosis, se pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar la enfermedad. Algunas recomendaciones incluyen:
Antropometría- Mantener un peso saludable.
- Realizar ejercicio regularmente para fortalecer los músculos y mantener la flexibilidad.
- Mantener una postura adecuada al sentarse y al levantar objetos pesados.
- Evitar lesiones en las articulaciones y tratarlas adecuadamente si ocurren.
Conclusión
La artrosis es una enfermedad reumática que afecta al cartílago articular y puede causar dolor, rigidez e incapacidad funcional. No tiene cura, pero se pueden utilizar medidas físicas, medicamentos y cirugía para aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Es importante controlar los factores de riesgo y buscar tratamiento temprano para prevenir la progresión de la enfermedad.