Astigmatismo

El astigmatismo es un trastorno común de la visión que afecta a muchas personas en todo el mundo. Se caracteriza por la distorsión de la visión de cerca y de lejos, lo que puede causar molestias y dificultades en la vida diaria. Comprender los síntomas y las causas de esta condición es crucial para buscar el tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida visual.

¿Qué es el astigmatismo?

El astigmatismo es un defecto en la curvatura de la córnea, que impide el enfoque claro de los objetos cercanos y lejanos. Esto se debe a que la córnea, en vez de ser redonda, se achata por los polos y aparecen distintos radios de curvatura en cada uno de los ejes principales. Por ello, cuando la luz incide a través de la córnea, se obtienen imágenes distorsionadas que afectan a la visión de cerca y de lejos.

Síntomas del astigmatismo

Los síntomas del astigmatismo pueden variar de una persona a otra, pero los más comunes incluyen:

Visión borrosa.
Fatiga ocular.
Dolores de cabeza.
Dificultad para ver de noche.
Dificultad para leer o ver objetos pequeños.

Estos síntomas pueden ser más pronunciados cuando se realiza un esfuerzo visual, como leer o trabajar en una computadora durante largos períodos de tiempo.

Causas del astigmatismo

Las causas del astigmatismo pueden ser congénitas o adquiridas. En el caso del astigmatismo congénito, se cree que es hereditario y puede estar presente desde el nacimiento. En algunos casos, el astigmatismo puede desarrollarse durante la infancia o la adolescencia debido al crecimiento y desarrollo de los ojos.

Diagnóstico del astigmatismo

El diagnóstico del astigmatismo se realiza a través de un examen ocular completo, que incluye pruebas de agudeza visual, refracción y topografía corneal. Durante la refracción, se utiliza un instrumento llamado foróptero para determinar la cantidad y el eje del astigmatismo. La topografía corneal permite evaluar la forma y curvatura de la córnea, y puede ayudar a determinar la causa subyacente del astigmatismo.

Tratamiento del astigmatismo

El tratamiento del astigmatismo depende de la gravedad de los síntomas y de la causa subyacente. En muchos casos, el astigmatismo puede corregirse con el uso de anteojos o lentes de contacto. Estos dispositivos ópticos ayudan a enfocar la luz correctamente en la retina, mejorando así la visión. En algunos casos, puede ser necesario utilizar lentes tóricos, que tienen diferentes potencias en diferentes meridianos, para corregir el astigmatismo.

En casos más graves de astigmatismo, o cuando los anteojos o lentes de contacto no son suficientes, se puede considerar la cirugía refractiva. La cirugía refractiva, como la queratotomía o la cirugía LASIK, puede remodelar la córnea para corregir el astigmatismo y mejorar la visión. Sin embargo, la cirugía refractiva no es adecuada para todos los pacientes y debe ser evaluada caso por caso.