La lija es un material utilizado para limpiar y pulir superficies, ya sea en forma de piel seca de un pez llamado lija o en forma de papel con material abrasivo adherido. Exploraremos los diferentes tipos y grosores de lijas que se utilizan según el tipo de superficie a tratar.
Tipos de lijas
Lija de agua
La lija de agua es un tipo de lija que se utiliza para trabajos en húmedo, como el lijado de pintura o barniz. Es resistente al agua y se puede utilizar sumergida en agua o con agua rociada sobre la superficie a lijar.
Lija de papel
La lija de papel es el tipo más común de lija y se utiliza para una amplia variedad de superficies. Viene en diferentes grados de abrasividad y se puede utilizar tanto en seco como en húmedo, dependiendo de la necesidad.
Lija de tela
La lija de tela es más duradera que la lija de papel y se utiliza para trabajos más pesados. Es ideal para lijar madera dura, metal y plástico.
Lija de esponja
La lija de esponja es flexible y se adapta a superficies irregulares. Es ideal para lijar molduras, esquinas y bordes.
Grosores de lijas
En cuanto a los grosores de lijas, se recomienda utilizar varios grosores a lo largo del proceso de lijado, comenzando con un grosor mayor y luego disminuyendo gradualmente. Es importante que la diferencia entre un grosor y el siguiente no supere el cincuenta por ciento. Este cambio de grosor ayuda a eliminar cualquier daño causado por la abrasividad del papel anterior y garantiza un acabado profesional.
Consejos para el lijado
Lijado en la dirección de la veta
Al trabajar con madera, se aconseja lijar en la misma dirección de la veta o los surcos que se aprecian en su superficie. Esto es especialmente importante al trabajar con objetos curvos, para evitar deformaciones.
Cambio de papel de lija
Es fundamental cambiar el papel de lija cuando se desgasta, ya que un papel desgastado no proporcionará un lijado eficiente. Se debe estar atento a cualquier signo de desgaste, como la pérdida de abrasividad o la aparición de rasgaduras en el papel.
Prueba de lijado
En el caso de lijar madera antes de aplicar un sellador, es necesario asegurarse de que la madera esté seca. Se puede realizar una prueba de lijado para verificar si la madera está lista: si caen tiras pequeñas al lijar, significa que la madera no se ha secado lo suficiente; si solo se produce polvo blanco, entonces la madera está lista para ser lijada.
Conclusión
Existen diferentes tipos y grosores de lijas que se utilizan según el tipo de superficie a tratar. Es importante seleccionar el tipo de lija adecuado para cada material y utilizar varios grosores de lija, comenzando con un grosor mayor y disminuyendo gradualmente, para obtener un acabado profesional. También es importante lijar en la misma dirección de la veta o los surcos de la superficie y cambiar el papel de lija cuando se desgasta.